Mi botiquín de fitoterapia

Serie: Mi botiquín (intro)

Son más de treintaicinco mil las hierbas con propiedades medicinales que hay en nuestro planeta. Mi compacto botiquín cuenta con doce tinturas madres y un par de ungüentos, aunque en el pequeño laboratorio que tengo hay una treintena de frascos con estos preparados hidro-alcohólicos. Las que se utilizan habitualmente son tres o cuatro y para algún tratamiento específico pueden combinarse varias.

El concepto “mi botiquín” tiene una dimensión y volumen mayor a la literal, en él está depositada toda la experiencia y el conocimiento sobre la fitoterapia, el naturismo y sus capacidades curativas. Pero sobre todo y lo más importante es la creencia en sus poderes sanadores, no tengo dudas que si se hace lo que hay que hacer funciona. No tengo siquiera que preguntármelo porque lo sé, es tácito y tiene la potencia de las certezas.

En la casa tenemos también un botiquín clásico, con gasas, cinta adhesiva, agua oxigenada, alcohol, analgésicos, antiinflamatorios, etc. Pero aclaro que sea por mí o por algún ser querido cuando es necesario sanar o calmar recurro al nuestro de fitoterapia. Esta enredado y enraizado a historias de sanación, de situaciones límite, de vida y de felicidad.

Entre las tinturas madre contamos con drenadores y regeneradores hepáticos; otras para aliños estomacales; anti estrés. Las hay para la depresión y los ataques de pánico. Anti inflamatorias articulares y un sinfín de posibilidades cubiertas con una docena de goteros en la alacena fresca que está en la cocina.

Por supuesto que de acuerdo a la situación o malestar será el tipo de tratamiento, su duración y la posología. Pero esto ya es otro tema, ahora están todos invitados a conocer una compacta serie de diez artículos sobre plantas medicinales, casualmente titulada “mi botiquín”.

¡Buena salud y buena vida!

Horacio Mesón

horaciomeson@yahoo.com.ar